"Toda gloriosa es la hija del rey
en su morada;
De brocado de oro es su vestido
Con vestidos bordados será llevada
al Rey" Sl. 45:13y14
Para poder llegar al nivel espiritual de la Novia de Cristo: "Toda gloriosa es la hija del Rey"
"sin mancha ni arruga"
Tenemos que humillarnos delante de Dios,
cada madrugada
¡No hay gozo más grande que el amor celestial!
¡No hay canción más linda que mis pisadas
a tu encuentro mi Amado Salvador!
Cuando venimos a sus pies, a buscar su presencia, el corazón del Señor se alegra
Dios quiere que dejes los afanes de este mundo para dirigir tus pasos al lugar secreto, donde doblando tus rodillas te humillas al salvador confesando tus pecados, tus fallas y reconociendo ¡Tu necesidad de Dios!
Allí se obra en cada amanecer ¡Como Jesús! ¡Tu vida de victoria!
Porque "cada día" tiene su propio mal.
¡No podemos dejar de tener un encuentro con nuestro creador!
Para recibir en el "ser interior" su gracia, su fuerza; su poder para revestirnos de su Santo Espíritu.
Para recibir en el "ser interior" su gracia, su fuerza; su poder para revestirnos de su Santo Espíritu.
¡Estamos en guerra y Dios nos manda a estar unidos a Él para vencer!
Cuando dedicamos el primer tiempo de cada día, allí ¡Somos purificados! Lavados con su preciosa sangre, al confesar nuestras faltas somos perdonados, es preciso tener esa actitud de humillación ante Él porque "Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes"
No existe ser humano que delante de la pureza, de la SANTIDAD DE DIOS, no reconozca su condición de pecador y la necesidad de Dios.
¡Él es nuestra esperanza!, con su Luz, su presencia su unción es que somos transformados de gloria en gloria.
El reto de todo hijo de Dios es de ser portador de su gloria, que él "Yo" mengue para que Jesús viva en plenitud en su templo y se manifieste ¡Su presencia!
La oración diaria es vital, el Señor nos dice:
¡¡¡Orad sin Cesar!!!
Porque allí recibes el revestimiento del poder de Dios en tu vida...
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